Los drones de fabricación israelí dominan el mercado, acaparando el 60% de la exportación mundial. Tras ellos se encuentra Estados Unidos con el 23,9% del mercado y Canadá que se queda con el 6,4%.
Sus mejores clientes fueron por este orden: Reino Unido, India, Italia, Azerbaiyán, Alemania, Turquía, Francia, Singapur y Brasil. Pero otros países como Marruecos ya han comprado 4 drones a Israel y España que no quiere quedarse atrás, ya esta en negociaciones para comprarles cuatro aparatos a un precio que rondaría los 400 millones de euros.
La falsa idea de que los drones solo matan a terroristas, no es más que eso, falsa.
Matan a muchos civiles, hombres, mujeres y niños que nada tienen que ver. No hay guerras quirúrgicas, es marketing, pura mentira.
– De 2004 a 2012 se reportaron al menos 884 muertes de civiles por ataques de drones.
– En 2012 ya había cifras de 178 niños asesinados en Yemen y Pakistan por los drones de Estados Unidos.
– Además, el asesinato de miembros de Al Qaeda mediante este método se considera que ha sido el de ejecuciones sumarias, ya que no han tenido ningún tipo de juicio.
No olvidemos por tanto, el sufrimiento que han causado ya estos aparatos pilotados desde la comodidad de un sillón, y que Israel, el fabricante que domina el mercado ha sido recientemente valorado como el país donde más se vulneran los derechos humanos. Esto es algo que la ONU ya lleva años advirtiendo en sus informes, pero las redes clientelares y de amistad, no parecen resentirse.
Viviendo bajo los drones
El gran negocio de la sangre
Las últimas noticias informan sobre el acuerdo tomado por Alemania, Francia e Italia para empezar a desarrollar sus propios drones armados, que deberían estar listos para 2020-2025. Hasta entonces Estados Unidos e Isrrael pueden estar tranquilos, ya que no les faltarán clientes.
La fabricación de estos aparatos se ha convertido en un negocio de enormes proporciones. Segun estimaciones estadounidenses el negocio de la exportación de drones les reportará 82.000 millones de dólares en beneficios económicos y crearan hasta 100.000 nuevos puestos de trabajo de aquí al 2025.
El terror de vivir bajo los drones y el horror de los ataques, solo causa odio y ansias de venganza.
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